Listas Amistosas: ¿Cómo hacer que tu oponente se divierta?

Tras el "apabullante" éxito de mi idea para un torneo competitivo a tres rondas, (nótese la ironía) retomo el teclado para expresar mi sabia (¡Ja!) opinión sobre otro tema warhammero/wargamero. El blog sigue estando más o menos parado, pero como ya dije en su momento una cosa no quita la otra y de vez en cuando no se me van a caer los anillos por postear, no? :D

Podría hablar sobre Games Whorkshop, ya que hay varios temas candentes ahora mismo. Véase, sus recientes políticas de cara a la venta de tiendas online fuera de Europa, su subida de precios y sus nuevas miniaturas "Finecast". Como todo se resumiría en un "Me c#*o en Games Workshop" mejor casi me lo ahorro (casi) y lo dejamos para otro día.

Así pues, hablaré sobre un tema que para variar surgió de un post de Keldaur. Este post estará dedicado a las listas "amistosas".

¿Qué entiendo yo por "lista amistosa"?
Mucha gente cuando habla de listas amistosas, parece hablar de "listas poco competitivas", o dicho de otra forma "listas malas". Para mi, una lista amistosa es una lista con la que es divertido jugar para el mayor número de oponentes posibles. Ni más ni menos. Una lista amistosa tiene que ser una lista que tenga por principal objetivo "divertir" a tu contrincante, que este lo pase lo mejor posible en la partida.

¿Qué cosas hacen que un oponente compañero NO se divierta jugando contra nuestra lista?
Hay varias cosas que hacen que un jugador disfrute jugando contra una lista u otra, pero vamos a empezar con las que suelen ser causa de disgustos:

1. El jugador que lleva la lista: Si eres un gilipollas, lleves la lista que lleves tu oponente probablemente no disfrute. Este tema se merecería mil posts aparte, así que lo dejaremos aquí: Sé buena gente, no seas un gilipollas. Gracias ^^

2. Enfrentarse a una lista contra la que no pueda hacer nada o casi nada. Si tu oponente siente que no puede hacer nada para obtener la victoria, se aburrirá se frustará y seguro que no se divertirá. Esto no significa que tengas que hacer listas de mierda, ahora lo vemos más despacio. Pero el resumen es que jugar contra "listas extremas" o sencillamente estar en el lado incorrecto de un encuentro "Piedra Papel o Tijera" no suele ser divertido.

3. Enfrentarse a ejércitos mal pintados y/o mal representados. O directamente contra minaturas a medio montar, sin tan siquiera imprimar. Esto no tiene que ver con la lista en sí, pero tampoco quería dejar de mencionarlo. Tengo un amigo que solía jugar con listas de horda de infantería de Guardia Imperial y odiaba jugar contra él por el mero hecho de que su ejército era un puñado de miniaturas imprimadas en negro todas apelmazadas e iguales. No había absolutamente ninguna manera de enterarse cual unidad era cual (en serio, teníais que verlo), todas las unidades se mezclaban de forma caótica entre sí,  y al final, agotado lanzaba mis ataques al azar contra bultos cualquiera. También he visto "ejércitos" que son apenas cuatro peanas (con suerte con unas piernas de plástico pegadas en ellas), un par de cajas de cartón y algún muñeco kinder o playmobil. Esto cuando es con precio aviso y consentimiento no importa, pero si es sin avisar y tú llevas un ejército "currado", no mola.

4. Enfrentarse a Ejércitos "Unidimensionales": Los jugadores suelen identificar en el juego varios aspectos, que sin entrar en muchas complicaciones profundas ni rollos filosóficos se podrían resumir en movilidad, disparos y cuerpo a cuerpo. O sea, fase de movimiento, fase de disparo y fase de asalto. muchos jugadores quieren "acción" en todas ellas, y por eso, listas rollo "me quedo atrás disparando como un loco (y encima me va de puta madre y barro a tu ejército)" no es divertido para muchos.

Hay otras mil cosas más que pueden hacer que una partida no sea divertida, como una escenografía cutre, una ambiente incómodo, gente (niños) molestando alrededor, desconocimiento de reglas, discusiones, mal arbitraje, ambiente rancio... Pero básicamente las cuatro causas de arriba son las más claras (o al menos que se me ocurran ahora) y las que en mayor grado están a nuestro alcance controlar. De estas cuatro, sólo hay dos que se refieren a nuestras listas.

Así que antes de entrar en como hacer las listas, quedémonos con la copla de que:
A. Hay que ser majo, amable y buena gente. No seas un gilipollas.
B. Cúrrate tu ejército en la medida de lo posible. Móntalo, píntalo, hazlo bonito. Y avisa si vas a jugar con playmobil y cajas de carton, que no a todos les gusta =P

Y ahora veamos que podemos hacer para que nuestras listas sean divertidas.

Listas Débiles ("Malas") vs Listas Divertidas (Amistosas)
Hemos visto un poco más arriba que los principales motivos de disgusto a la hora de jugar contra determinadas listas suelen ser:

A. Listas "demasiado duras": Esto puede significar a efectos prácticos listas que tengan tanta capacidad ofensiva como para "barrer" al oponente, o listas que tengan tanta capacidad defensiva como para que este no pueda apenas dañarnos.

B. Listas "unidimensionales": Listas de sólo disparo, estáticas, con el 90% de los puntos en una superunidad de cuerpo a cuerpo "invencible"...

En realidad no hay ninguna lista "demasiado dura", y en un ambiente competitivo sano con gente que tenga nivel, no hay lista que cause tal efecto como "ser inmune al fuego enemigo" o "barrer automáticamente a tu oponente". Puede haber enfrentamientos entre listas concretas en las que alguien parta con mucha o poca ventaja, sí, pero si hay jugadores astutos a ambos lados, el resultado siempre es bastante incierto, especialmente con el gran factor de azar que tiene Warhammer 40K (y muchos otros wargames).

Tampoco tenemos que olvidar que hay muchísimos jugadores que adoran (yo el primero) jugar contra listas "llevadas al límite". Recordemos que el objetivo principal al que solemos aspirar al hacer listas "de torneo" es que estas sean "todoterreno", o lo que es lo mismo, que funcionen contra todo tipo de listas. No hay mejor prueba para una lista equilibrada que enfrentarse a listas "extremas" y ver como funciona. Ya sean mil Land Raiders, ochentamil orkos apretujados en el tablero, o cualquier otra cosa por el estilo. Pero este artículo pretende hacer listas lo más divertidas posibles para todo el mundo, y por desgracia (o fortuna) no todo el mundo comparte los mismos gustos que nosotros.

Hacer listas amistosas, significa hacer listas contra las que la mayoría de la gente se divierta jugando, y no sólo jugadores "tácticos" ("competivos majos buenrollistas" que diría yo), sino contra gente de todos los niveles de habilidad y todo tipo de gustos. Y esto no significa hacer listas de mierda, asumiendo que nuestro oponente es un paquete y queriendo "castrarnos" y limitarnos a nosotros mismos como jugadores y generales. De hecho, jugar contra alguien que se ha hecho una lista de mierda a posta no es divertido (ganes o pierdas), así como para un jugador experimentado (y que no sea un macarra) no es divertido apalizar a jugadores nóveles o sencillamente "malos".

Es cierto, que una lista que tenga como objetivo principal ser lo más eficiente posible, evidentemente no lo será. ¡Por supuesto, juer! Eso es de cajón, ¿no? Si eres fabricante de coches y quieres que tu nuevo modelo sea lo más bonito posible y ese es tu principal objetivo, no será tan rápido (o seguro, o barato, o cómodo...) como podría ser. Si por ejemplo le pones un motor pequeño para que la carrocería tenga tal filigrana, y le pones tal alerón de mierda que sólo ralentiza el coche, pero queda super fardón, pues ya sabes lo que pasará, ¿no?

Con las listas es igual. Si quieres que tu principal objetivo sea por ejemplo una lista que cueste lo menos posible comprar con dinero real, o que lleve tales miniaturas que te encantan, o que como estamos hablando, sea lo más divertido posible (o al menos bastante divertida), pues no será tan "buena" (potente, competitiva, "efectiva") como podría ser. Pero insisto: Eso no significa que jugar con listas cutres o malas resulte en una mayor diversión para tu oponente. Volviendo al ejemplo del coche, una cosa es que supeditemos la potencia a la estética, y otra es que por ponerle ruedas cuadradas el coche vaya a ser más bonito. No por ser menos rápido el coche es más bonito, y una lista no por ser "menos potente" va a ser más divertida.

¿Qué podemos hacer que un compañero se divierta jugando contra nuestra lista?
Hemos visto algunas cosas que pueden (suelen) disgustar a nuestros oponentes. Cómo se traduce esto en listas con y contra las que sea divertido jugar?

1. No potencies tus listas demasiado en un determinado aspecto defensivo.
Si llevas una lista de horda de infantería, o mecanizada de la muerte, con mil Land Raiders (o monolitos o cualquier tipo de supertanque), o con alguna superunidad "muy difícil" de lidar (concilio eldar en moto, nobles orkos, supertermis martilleros...) o algo por el estilo, te "arriesgas" a que tu oponente no pueda o no sepa enfrentarse a ello. Tal vez no tenga apenas antitanque (o no lo suficientemente efectivo), no pueda (o sepa) hacer frente a determinada unidad, o no pueda frenar la "horda" antes de ser devorado por ella. No confundas esto con hacerte una lista con unidades de papel de fumar que se mueran con mirarlas.

2. No potencies demasiado tus listas en determinado aspecto ofensivo.
Si te haces una lista diseñada para potenciar un aspecto concreto de su potencia ofensiva ("los mil lanzamisiles de la muerte", "ochocientos mil millones de fusiones", "la superunidad crujidora indestructible e imparable"...) puede ser que la jugada te salga bien y topes con un adversario o lista contra la que tengas un éxito abrumador y este vea como su ejército se evapora porque justo era especialmente débil contra tu potencia ofensiva , o no podía o sabía jugar contra ella.

3. Trata de alejarte de listas "Piedra, Papel, Tijera.
Los dos casos anteriores muestran que a más "Piedra, Papel, Tijera" sea tu lista, más fácil es que te toque con la lista "incorrecta", ya sea siendo apalizado brutalmente o siendo tú el apalizador. Ninguna de las dos cosas es divertido para un oponente sano.

4. Aléjate de las listas Monodimensionales.
Si tu lista se queda inmóvil en el borde de la mesa disparando a la otra punta, es muy probable que tu oponente se aburra, tanto si tu "táctica" es efectiva como si no. Intenta hacer listas móviles, con un poco de disparo a larga, disparo a media y cuerpo a cuerpo.  Dicho de otra forma, a más "juguetitos" tenga tu compañero para entretenerse, más feliz será. Ya sea teniendo distintas cosas en las que centrarse, o distintas cosas que verte hacer, haz que se entretenga y tenga siempre por donde coger la partida. Un oponente aburrido es un oponente infeliz.

5. Toma decisiones pensando en el transfondo, las miniaturas, el pintado, el coleccionismo...
No pienses sólo en hacer listas lo más competitivas posibles, sino que cuando tomes decisiones te permitas tomarlas pensando en cosas como "hey, tal unidad es muy cara, pero parece divertida y bonita... voy a meterla a ver qué tal!". Trata de hacer listas con un trasfondo molón y reconocible. Eso hará que tu oponente conecte con tu ejército y lo disfrute más: No es lo mismo ese ejército de mil Marines de plaga con un par de príncipes demonios latigueros, que un ejército pintado y diseñado para representar a los corruptos seguidores de tal dios del caos. Si a tu oponente le entra por los ojos (y el corazón friki tranfondista que todos tenemos), será un oponente feliz!

Recapitulando:
Si unimos los puntos anteriores, llegamos a la conclusión de que para hacer una lista amistosa, debemos poner esto por delante de otros criterios a la hora de hacerla, pero eso no significa hacer listas malas, o no poder hacer listas relativamente decentes, o incluso bastante efectivas.

Tenemos que hacer listas que sean equilibradas y alejándonos de conceptos "Piedra, Papel, Tijera" (es decir listas que funcionan muy bien contra unas, y muy mal contra otras).

Tener muchas herramientas es bueno para nosotros y para nuestro oponente, sobre todo si estas ofrecen distintos tipos de objetivos (unos landspeeders por aquí, un par de Dreadnoughts por alli, ese Land Raider suelto que siempre me habría molado meter, esos tíos a pata corriendo por allí o disparando sus lanzamisiles desde allá...).

Nuestros oponentes siempre deben tener algo que hacer en la partida. Y si tienen (o sienten que tienen) siempre la posibilidad de ganar, mejor que mejor. Si nada más desplegar tu oponente cree que ya ha perdido (aunque sea mentira) algo hemos hecho mal. Dale varios objetivos distintos, haz que pueda centrarse en una cosa o en otra, que tenga siempre algo por donde agarrar la partida o unidades que al menos pueda matar para saciar su sed de sangre! Y cuando sea tu turno, intenta que tu lista sea divertida de ver en acción y eso implica hacer un poco de todo (incluyendo cuerpo a  cuerpo, que gusta mucho porque los dos jugadores hacen algo siempre sea el turno de quien sea).

Mete cosas en tu lista que sean divertidas, bonitas y/o interesantes: Unidades molonas, bonitas, divertidas, que reflejen el trasfondo de tu ejército, la "narración" en la partida...

Evita "superunidades" o unidades "difíciles" de lidiar con ellas. En realidad no existe nada como tales superunidades y de hecho en torneos suelen ser malas, pero contra determinados contrincantes pueden funcionar demasiado bien.

Evita incluir unidades con reglas conflictivas, que puedan ser percibidas como "poco justas" (o "agujeros en el reglamento") o que lleven a discusión.

Lleva una lista que sepas que vas a poder manejar correctamente: Conoce las reglas de tu lista (de tu codex). Evita ejércitos muy numerosos (de horda) si crees que tardarás mucho en mover. Haz listas que puedas representar correcta y claramente.

Haz listas que te aporten flexibilidad a la hora de encarar una partida. Si tienes margen de maniobra y quieres, puedes hacer las cosas divertidas para ti y tu oponente encarando la partida de un modo u otro.

Y lo más importante de todo: Haz listas que además de ser divertidas para tu oponente, lo sean también para ti. ¡Si no te diviertes tú, ningún compañero de juego se divertirá!